Crisis, Crisis, Crisis…..sin duda una palabra que suena en nuestra sociedad, tal pareciera que se ha convertido en el himno de muchas naciones, algunos dicen que nuestra juventud está en crisis, que son llevados por las olas la violencia, los tornados del odio, las tormentas del sexo, los tsunamis de las drogas en fin …….Un caos total, una nación afectada por uno y otro fenómeno; Que ahora se está volviendo tan común, como degustar un café o un té en una tarde acalorada…
-Que está sucediendo? La juventud se pierde, los adultos sin ganas de seguir luchando, tal pareciera que ven sus sueños y sus más grandes anhelos en otra dimensión y las oportunidades se les terminaron…no queda más que unirse a la misma nota de aquellos que cantan a gran voz, Crisis! Crisis!...
-Que está sucediendo?...que las palabras de aliento se escasearon….hay quienes piensan que tienen tan poco que aportar y deciden quedarse con los brazos cruzados, otros piensan que no valoraran lo poco que tienen y pegan la vuelta, otros pareciera que la edad se ha convertido en el muro que creen no poder derribar…así un sin fín de barreras: drogas, sexo, baja estima, edad….
Hay una historia, que sin lugar a duda cambiara tu forma de pensar y te atreverás a dar lo poco que crees que tienes.
- En una ocasión Jesús y sus discípulos les enseñaban a la multitud, ya eran tres días que la gente los seguía, es que era tanto el deseo de escucharlo, que el tiempo no existía mucho menos el hambre o el clima, es que con solo escuchar esas palabras salir de su boca era más que suficiente para saciar su alma… El fin de la jornada se acercaba y el tiempo de despedir a la multitud llegaba, mas aun si no había algo para darles de comer, ¡te imaginas de donde sacar tanta comida para alimentar a tanta gente!
Creo que los discípulos estaban en lo correcto, despedir a la multitud y que cada uno buscara algo de comer porque no había con que alimentarlos, pero esto no acaba allí.
- Resulta que entre tanta gente, uno de sus discípulos llamado Andrés, dijo: ¡aquí está un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos!
Echemos nuestra imaginación a andar, crees que Andrés grito a gran voz lo poco que este muchacho había ofrecido, a lo mejor fue un punto a discutir entre Jesús y sus discípulos, porque de haberlo hecho en público….muchos se hubieran burlado, de cómo alimentar a la multitud con tan poco…Jesús no rechazaría esa oferta.
- La historia cuenta que Jesús pidió recostar la gente y tomo aquellos panes y habiendo dado gracias, los repartió entre lo discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados, así mismo los peces cuanto querían. Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron para que no se pierda nada.
Querías una historia totalmente sobrenatural, aquí tienes una, Jesús multiplico los cinco panes y los dos peces, para alimentar a la multitud….Jn. 6:1-15.
Ahora viene lo medular, pueda ser que estés pensando que lo que tienes en tus manos es tan poco, como para afectar a tanta multitud, ¡tienes razón! Pero hay una buena noticia: lo poco que tienes deposítalo en las manos de Jesús por que El, lo multiplicara, no tengas miedo de ofrecer lo que hay en tus manos, no pierdas tiempo, no hagas esperar a la multitud, por que de eso que tú tienes muchos se saciaran, ven y atrévete, cambiemos el himno, dale a Jesús tus cinco panes y dos peces.
POR : Víctor Jacobo.
Víctor Jacobo - Cinco Panes y Dos Peces…
Reviewed by Ernesto Gutierrez
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18:56
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