Dos
amigos se encontraban tomando un café, y uno le comenta en tono de queja al
otro; *Ay no, mi mamá me llama mucho por teléfono a la oficina y solo para
pedirme que vaya a conversar con ella, siempre la misma quejaría, que “se
siente sola”; la verdad yo voy poco y en ocasiones siento que me molesta su
forma de ser. Ya sabes cómo son los viejos: Cuentan las mismas cosas una y otra
vez; y bueno, como tú sabes nunca me faltan los compromisos: Que el trabajo,
que los amigos, etc... Bueno esta por de
mas decirlo, ya te imaginas verdad...
El otro amigo se queda callado, y luego responde: Yo en cambio, converso mucho
con mi mamá; cada vez que estoy triste, voy con ella; cuando me siento solo o
cuando se presenta un contratiempo y necesito fortaleza, acudo a ella y ella da
la fortaleza que necesito, y siempre termino sintiéndome mejor.
Caramba se apenó el otro, Eres mejor hijo que yo. No lo creas, soy igual que tu, o al menos lo era - respondió el amigo con tristeza. En realidad visito a mi mamá en el cementerio. Murió hace tiempo, pero mientras estuvo conmigo, pensaba y sentía lo mismo que tú. Y no sabes cuanta falta me hace ahora su presencia, cuánto no daría por sentir las caricias que con tanto amor me hacia, y que rechazaba porque “ya no era un niño”; ó cuánto me pesa no haberla escuchado cuando ella así lo necesito, y ahora saber cuanto me equivoque por decirle, “Yo sé lo que hago”. ¡Ay amigo!, si supieras ahora como la busco, y ahora es mi mejor amiga. Cuando sentado en la tierra fría del cementerio mirando solo su foto, y la laca en la que le puse “te amo”, (palabras que nunca escuchó de mis labios), le pido que me perdone por haber sido tan frío e irrespetuoso, (tal vez por eso a veces le veía que sentía temor de mí) por las veces que le mentí, y por los muchos besos que no le di, más el silencio me responde y cuando una suave brisa acaricia mis mejillas, sé que ella me perdona.
-Mira con ojos empañados a su amigo y luego dice- Discúlpame este arranque, pero si de algo te sirve mi experiencia, valora el regalo tan grande que Dios te a dado y que aun lo conservas, valora su presencia resaltando sus virtudes que seguro posee, deja a un lado sus errores o ayuda a que los supere, que de una u otra forman ella te ama a ti tal y cual eres, No esperes a que esté en un cementerio porque ahí la reflexión duele hasta el fondo del alma, será un hueco que nunca podrás llenar. No permitas que te pase lo que me pasó a mí.
En el camino, iba pensando en las palabras de su amigo. Cuando llegó a la oficina, dijo a su secretaria: Comuníqueme por favor con mi madre, ¡no me pase más llamadas y también modifique mi agenda porque este día lo dedicaré a ella!
Caramba se apenó el otro, Eres mejor hijo que yo. No lo creas, soy igual que tu, o al menos lo era - respondió el amigo con tristeza. En realidad visito a mi mamá en el cementerio. Murió hace tiempo, pero mientras estuvo conmigo, pensaba y sentía lo mismo que tú. Y no sabes cuanta falta me hace ahora su presencia, cuánto no daría por sentir las caricias que con tanto amor me hacia, y que rechazaba porque “ya no era un niño”; ó cuánto me pesa no haberla escuchado cuando ella así lo necesito, y ahora saber cuanto me equivoque por decirle, “Yo sé lo que hago”. ¡Ay amigo!, si supieras ahora como la busco, y ahora es mi mejor amiga. Cuando sentado en la tierra fría del cementerio mirando solo su foto, y la laca en la que le puse “te amo”, (palabras que nunca escuchó de mis labios), le pido que me perdone por haber sido tan frío e irrespetuoso, (tal vez por eso a veces le veía que sentía temor de mí) por las veces que le mentí, y por los muchos besos que no le di, más el silencio me responde y cuando una suave brisa acaricia mis mejillas, sé que ella me perdona.
-Mira con ojos empañados a su amigo y luego dice- Discúlpame este arranque, pero si de algo te sirve mi experiencia, valora el regalo tan grande que Dios te a dado y que aun lo conservas, valora su presencia resaltando sus virtudes que seguro posee, deja a un lado sus errores o ayuda a que los supere, que de una u otra forman ella te ama a ti tal y cual eres, No esperes a que esté en un cementerio porque ahí la reflexión duele hasta el fondo del alma, será un hueco que nunca podrás llenar. No permitas que te pase lo que me pasó a mí.
En el camino, iba pensando en las palabras de su amigo. Cuando llegó a la oficina, dijo a su secretaria: Comuníqueme por favor con mi madre, ¡no me pase más llamadas y también modifique mi agenda porque este día lo dedicaré a ella!
¿Tú
crees que esto sólo se refiere a las madres? ¡Pues no! Siempre estamos
rechazando el cariño o las atenciones de las personas que nos rodean y que te
lo brindan con sinceridad porque te aman en realidad, y solo cuando las
perdemos caemos en la cuenta de que tan importante eran en nuestras vidas.
Al
igual con Dios, no permitas estar en necesidad para acudir a el, mira que todos
los días debes de agradecerle por la bendición tan grande que te a dado que es
la vida ¡¡No dejes pasar este día sin decir “Gracias” y “Te Amo”!!
ESCRITO PARA: masparatuvida.blogspot.com
POR: Xenia de Gutierrez
Xenia de Gutierrez - “Ama y valora lo que tienes, antes que lo pierdas”
Reviewed by Ernesto Gutierrez
on
19:53
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