Ernesto Gutierrez - Cuando necesito agradar a los demás



Cuando una persona está todo el tiempo queriendo demostrar cosas de el mismo a los demás está sufriendo de una pésima imagen de sí mismo (baja estima) y quiere de alguna forma estar proclamando “que él no es poca cosa y que vale mucho”, por ejemplo cuando alguien esta “queriendo venderte” su imagen diciendo todo lo que él sabe, los lugares que conoce, el auto que tiene, las cosas que se compro, etc., esta necesitando de tu alabanza hacia él para fortalecer y alimentar su autoimagen y este tipo de conducta es esclavizante porque siempre necesitara agradar, agradar y agradar en todo sin fin.
Tú no vales por lo que posees, ni por la opinión de otros, ni por las cosas que te compres, sino que vales por el simple hecho de ser una persona creada a imagen de Dios, y que Dios puso nombre y tiene un destino maravilloso. En Cristo tenemos nuestra identidad y Dios preparo de antemano un diseño que tenemos que esmerarnos en recorrer cada día y somos tan especiales todos por igual, la percepción que tengamos de nosotros mismos puede ser muy distorsionada, pero hoy es el día donde el Señor te libera de esas mentiras que te dijeron y te enseñará a ser equilibrado y sano en tu autoimagen. Jesús dijo: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Si no te llevas bien contigo mismo y no te amas a ti mismo como Dios lo hace, nunca podrás amar y ser verdaderamente útil a los demás.
La raíz de una persona que quiere impresionar es que se siente poca cosa en lo profundo de su ser, esto nació porque alguien o alguna situación vivida le ha producido un dolor que le hizo sentir que en verdad su vida no tenía valor y queriendo salir de este trauma busca difundir que en verdad es una gran persona y esta actitud se transforma en una adicción y se arraiga tanto que comenzamos a ser artificiales y superficiales atados a la aprobación o desaprobación de quienes nos rodean.
Con respecto a este trauma podemos dar un ejemplo en los hombres, que se inclinan en su mayoría a ver cuál de sus amigos tiene mejor sueldo o quien se compra el mejor auto, cuanto más auto o mejor trabajo, más seguro de sí mismos se sienten, se esfuerzan, trabajan, sudan y se preocupan por vender su propia imagen a ciertas personas de esta forma, pero no se dan cuenta que esto no los librara de su trauma, porque siempre verán alguien con mejor auto o mejor sueldo y vuelven al círculo vicioso una y otra vez, además que dañan a su familia y descuidan cosas mucho más importantes obsesionados con el deseo de su enfermo ego. Esto requiere una sanidad emocional del Espíritu Santo y la revelación de nuestra verdadera identidad en Dios por medio de Cristo.
Las mujeres tienen tal vez otras tendencias distintivas, podemos nombrar (solo como algunos ejemplos) la ropa, el cuerpo y la casa; me parece ver la mirada de ciertas mujeres cuando aparece otra con ropa mas nueva o elegante, ¡parece que se les va la alegría de golpe!, miran y comparan el cuerpo y la ropa. Y también piensan que matándose en el gimnasio o gastándose todo en ropa de última moda van a ser superiores; ¡pero no se dan cuenta que no son superiores ni inferiores!
Sufren por esto y envidian. Pero una solución a esto es que cuando vean a otra que les parece mejor la admiren y aprender de ella así podrán llegar a lograr lo que desean, pero sin obsesiones enfermas, sino de forma sana y equilibrada. Otras mujeres tienen más inclinación a tener la casa “impecable” limpian sobre lo limpio todo el día y enferman así a toda la familia, cada vez que viene alguien parece que tienen que “dar examen” delante de los visitantes.
No está mal limpiar, pero si está mal ser obsesionado y caminar con un trauma. En psicología dicen que los obsesionados por la limpieza puede que sientan algo desordenado en su interior.
Hay más todavía, podemos nombrar querer tener títulos académicos para alimentar así el ego, viajar por el mundo para mostrar las fotos, comprar electrodomésticos caros que ni los necesitamos, etc.
Admirar no envidiar.
Todo lo que admires lo recibirás, todo lo que envidies te dañará. Cuando veas algo que no lograste, admíralo y alégrate para que pronto conquistes tus sueños. Dios nos llamo a heredar bendición en todo, pero no nos llamo a envidiar y a ser obsesionarnos con nuestro ego, porque ninguna cosa material, ningún logro personal sanará tu estima, tu autoimagen se debe sanar hoy mismo, porque cuando llegues a esas cosas que deseas tienes que saber que ya eras un conquistador, porque somos lo que somos en potencia y en verdad. David tenia  corazón de rey y conquistador aún antes de matar a Goliat, aún antes de tomar el trono de Israel, David era un líder en potencia, un guerrero victorioso y un hombre de éxito aun mientras cuidaba las ovejitas de su padre, ante los ojos de los demás era un pequeño pastorcito desconocido, “un don nadie”, pero él en su interior sabia quien era, sabia su potencial y tenía su seguridad puesta en el Señor. Cuanto más conocemos a Dios más podremos entender que somos sus preciados y valiosísimos hijos.
Tu destino no tiene comparación, la voluntad de Dios para tu vida es única, nunca te compares, nunca busques la admiración de la gente, solo tienes que ayudar, ser útil y ser quien Dios quiso que seas y hacer las cosas con buena conciencia guardando la palabra del Señor con humildad y así todo te saldrá bien. Recuerda: Si quieres demostrar cosas vas a terminar espantando a los demás, pero si eres puro y humilde amando a Dios llegarás a ser una persona plenamente bendecida y estarás lleno de la gracia de Dios.
“Pero él nos da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice la Escritura:
Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes”. (Santiago
4:6 )

¡Adelante déjate guiar por Dios!

 POR: Ernesto Gutierrez

Ernesto Gutierrez - Cuando necesito agradar a los demás Ernesto Gutierrez  -  Cuando necesito agradar a los demás Reviewed by Ernesto Gutierrez on 19:26 Rating: 5

No hay comentarios:

Con la tecnología de Blogger.